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Vila Nova do Corvo
Contrariamente a lo que puede deducirse por el estado deteriorado de las casas del centro, los habitantes de Corvo no son pobres. Siguiendo las estadísticas recientes, son incluso ricos ya que tienen el mayor ingreso per cápita de Portugal; pero no hay perspectivas de futuro para los jóvenes que siguen dejando la isla, de hecho, a los 14 cuando deciden seguir con sus estudios secundarios. Las casas abandonadas no se renuevan porque nadie quiere vivir en ellas.
Vila Nova do Corvo, se conoce simplemente por Corvo y une viejos y nuevos tiempos en las dos zonas bien diferenciadas, el centro (casco antiguo) y el nuevo barrio que empieza después de la rotonda que lleva al aeropuerto. La zona del casco antiguo se caracteriza por un enjambre de callejuelas estrechas y pavimentadas con guijarros llamadas canadas densamente construidas con las típicas casas de la isla –mayoritariamente abandonadas hoy en día- con fachadas de negro basalto y ventanas blancas con un patio para los cerdos y las gallinas. Llama mucho la atención del visitante la total ausencia de signos en tiendas, bares, restaurantes u hostales. El único edificio histórico es la Igreja de Nossa Senhora dos Milagres, una iglesia de una nave de finales del S XVIII, localizada cerca del puerto. Su interior merece una visita para ver la pequeña estatua Flamenca de la Virgen María realizada en 1632 y muy venerada por los habitantes ya que se dice que les salvó de un ataque pirata. Al norte de la iglesia en el Largo do Oufeiro está la única capilla del Espíritu Santo de la isla.
La zona nueva de Corvo se extiende hacia el pequeño aeropuerto inter-insular en el oeste donde –detrás de la pista de aterrizaje- se levantan tres molinos de viento que siguen funcionando y son los edificios más famosos de la isla. Su aspecto es muy diferente al resto de los molinos del archipiélago por sus brazos triangulares que, antes de la llegada de la electricidad a la isla, estaban cubiertos por lona y recordaban a los molinos de estilo morisco, más típicos de Portugal continental. Al oeste de la pista de aterrizaje está el Portinho da Areia, un agradable zona del litoral con una pequeña playa de arena y una gran piscina natural.
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