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Caldeirão
La única carretera asfaltada de la isla nos lleva a su mayor atracción turística, el Caldeirão, el cráter resultado del volcán que formó la isla y que se calcula que fue activo por últma vez hace unos dos millones de años. Conduciendo a través de pastos separados por los típicos muros de basalto negro y setos de hortensias donde pacen vacas y algunos caballos salvajes, los paisajes son magníficos. El verde de los pastos contrasta con el azul del mar en los 6 km de carretera que termina en la zona noreste del cráter. Desde el Miradouro do Caldeirão, un mirador situado a 560 metros de altura y siguiendo por un camino, llegamos al borde del cráter para disfrutar de las vistas del fondo del mismo a 300 metros de profundidad y con 3.5 km de circunferencia en su borde exterior. Sus paredes internas están recubiertas de musgos verdes y amarillos, llegando este amarillo a tal intensidad que parece como si siguieran emanando vapores de sulfuro. En el cráter hay también dos lagos que dependen de las lluvias y unos islotes que los habitantes del lugar dicen que reflejan las islas del archipiélago. En su vertiente sur encontramos el punto más alto, el Morro dos Homens. En las vertientes norte, este y oeste sus laderas se precipitan casi verticalmente hacia el mar creando en algunos lugares acantilados de unos 400 metros de altura.
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