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Luz, Serra Branca and Serra Dormida, Porto Afonso, Ponta da Barca y Ilhéu da Baleia & Barro Vermelho
Continuando por la EN1 que rodea la isla, en dirección noroeste la siguiente población es Luz, una agradable población de unos 800 habitantes y una iglesia del s XVII que es su principal atracción. Su localización por debajo del cráter proporcionan unas magníficas vistas a la costa sur donde los acantilados de roca blanca Ponta Branca, se precipitan al mar desde los casi 300 metros de altura.
Siguiendo esta ruta, llegamos a Serra Branca, una sierra de colinas suaves con un parque eólico que podemos ver desde la carretera. El parque eólico -un proyecto de la Unión Europea levantado con la asistencia de empresas Alemanas- genera una quinta parte de la electricidad que se consume en la isla. El pico más alto de la Serra Branca se llama Pico Caldeirinha y se levanta a 360 metros, un pequeño cráter cubierto de verde paisaje desde el que podemos disfrutar de bonitas vistas.
Al norte de Serra Branca se encuentra la Serra da Dormida, otra sierra de suaves colinas onduladas -cubiertas de hayas, cedros japoneses, brezo y otros arbustos endémicos- siendo el Pico do Timão el más alto con 398 metros y el segundo más alto el Pico do Facho con 371 metros localizados, respectivamente, al noreste y al centro de la serra. Bajo pico, al norte, se extiende la mayor área forestal conectada a un mistério (campo de lava).
El extremo más occidental de esta ruta llega a Porto Afonso, el viejo puerto del pueblo Vitória que se extiende a lo largo de la carretera hacia el interior de la isla. El puerto está en una pequeña bahía protegida por unos acantilados de unos 100 metros que se precipitan al mar y forman curiosas formaciones rocosas que parecen obeliscos saliendo del océano. El camino hacia el puerto es muy empinado y al bajar, vemos los diferentes tonos de tierra que delatan los diferentes estratos de los acantilados. La roca volcánica está muy erosionada en esta zona y se volvió fácil de trabajar por lo que las cabañas para proteger los barcos se construyeron en la roca en lugar de ser hechas de madera. Ya no hay mucha actividad pesquera en este puerto aunque en los meses de verano hay mayor afluencia de bañistas y pescadores.
Siguiendo hacia el norte, llegamos a la Ponta Barca y su faro junto al acantilado. Al este de Ponta Barca, un islote recuerda la forma de una ballena encallada y de ahí su nombre Ilhéu da Baleia.
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